lunes, 26 de marzo de 2018

Ahora que........


Ahora que……

Ahora que nos besamos tan de tarde en tarde.
Ahora que estoy ya de fin de semana, creyendo que el hoy es el ayer, compruebo que el ayer es el mañana.
Ahora que por fin estoy jubilado
Ahora que como menos carne y más pescado, dándome lo mismo tronchos que berzas y que como en semana santa para mi todos los días son de ayuno y abstinencia.
Ahora que tocamos las palmas al compás, en la que mi mejor compañía es la soledad.
Ahora que pensaba que tenía cuerda para rato, no sé ni por donde voy ni por dónde vengo, se pasan los años y se me esté acabando el tiempo.
Ahora que tengo un buen fondo de armario, voy y me pongo en chándal a diario.
Ahora que de mi corazón sale toda la verdad.
Ahora que no se si estoy en el principio del final.
Ahora que hago extras todas las horas del día.
Ahora que toco palmas por alegrías, aunque no duermo ni de noche ni de día.
Ahora que estoy libre de pecado.
Ahora que no quiero viajes al pasado, ya no voy de putas a la calle Carretas, por las noches ya no salgo de fiestas ni de borracheras, que no quiero más porros ni anfetas.
Ahora que como un gran maestro torero doy la vuelta al ruedo con todos los trofeos, me retiro y me corto la coleta dándome una vuelta por la plaza de las Ventas, recordando aquellas tardes de grandes faenas.
Ahora que no se ni el por qué, ni el cómo ni el cuándo, pero una vez más tropiezo y doy malos pasos, será que a la vejez estoy chocheando.
Ahora que mis siestas son de orinal y pijama.
Ahora que sufro de eyaculación precoz y necesito de la ayuda de tres o cuatro viagras para engrasar las bisagras.
Ahora que estoy receptivo como dice mi amigo Juan y me encuentro desnudo en la cama.
Ahora que te encuentro con el pijama encima del picardías y llueve sobre mojado todos los días.
Ahora que por fin tú tienes ganas, yo me escapo por la ventana.
Ahora que tengo un alma de poeta, que escribo cuartetas y versos y a la hora de recitarlos me entra la temblaera.
Ahora que voy a las plazas de los pueblos, me invitan a las casas de cultura y bibliotecas, aparte de escuchar sus aplausos quisiera que mis poemas no quedaran como palabras muertas.
Ahora que de ustedes me despido, compruebo que la vida es un suspiro y que de poetas y locos todos tenemos un poco.
Ahora que me dejo de mentiras y digo toda la verdad, esto parece el cuento de nunca acabar.
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domingo, 25 de marzo de 2018

Guitarvera 2018


Guitarvera 2018

Con un cigarrillo entre los dedos de la mano
con el que tanto hemos disfrutado
y pasado muy buenos ratos
compartiendo ricos tragos de vino.

Aplaudo a la flor y a la planta del tabaco
que tan buenos dineros
llenó las arcas de éste pueblo
de nuestros padres y abuelos.

Como alegre pregonero
me despido que ya es hora
de bailes y no de versos
con un grito que me sale del pecho
¡viva la fiesta de Guitarvera!
¿vivan los foráneos y la gente del pueblo!

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Perdonen la osadía


Perdonen la osadía

Perdonen la osadía de presentarme: me llamo Adrián Sánchez Blázquez, también conocido en mi lugar de nacimiento por Cuartillo, de lo que me siento muy orgulloso ya que era el apodo de mi padre Fermín.
Disfruto al componer prosas y versos que escribo por las mañanas y tardes y los releo y corrijo al llegar la noche.
Siempre tengo como compañero un aromático y fuerte café que ayuda a inspirarme, y cuando mi mente se queda en blanco recurro a las musas para que acudan a mi llamada y lleguen a iluminar mi mente que en estos momentos se encuentra a oscuras.
El café es mi única droga, cargadito y solo, que estimula mi cerebro y mis glándulas salivares para que de escribir y hablar una vez que me pongo, nunca pare.
Las ideas fluyen ágilmente por mi cabeza y como si fuesen agradables y emotivos sueños de los cuales no deseo despertar en ningún momento.
Fácilmente confundo sueños con realidades que me hacen pensar y dudar todos los días si habrán sido ciertos o los habré realizados en vidas anteriores. Porque muchas de las cosas que me ocurren a diario tengo la sensación de con anterioridad haberlas vivido, y eso me produce una rara sensación que no me atrevo a comentarlo con nadie no sea que por loco me traten.
Aunque soy consciente que de poetas y locos todos tenemos un poco, pero me da la ligera impresión que al primero que va, lo larga y manifiesta es al primero que en un manicomio encierran.
Tal y como hoy está la sociedad, con la cantidad de disparates y atrocidades que ocurren a diario, me reafirma lo que comentaba don Celedonio que era el director del psiquiátrico de Plasencia a mi padre, le decía: Fermín aunque no te lo quieras creer hay más locos fuera que dentro.
Llegó a esta sabia conclusión después de que se hubiesen escapado de dicha institución psiquiátrica una treintena de enfermos, rompiendo una alambrada. Se procedió a informar a todas las autoridades de la comarca, hicieron redadas con los diversos cuerpos policiales informando que todas todas las personas que reunían unas características determinadas fueran apresadas y llevadas al manicomio y al realizar el recuento en el patio de dicha institución sanitaria habían apresado a sesenta y cuatro, es decir treinta y cuatro más de las que se habían fugado.
Esto es una anécdota que viene a mi memoria sin saber ¿ el cómo ni el por qué? Pero ahí la dejo escrita como mera curiosidad.
Ahora que hablo de mi padre, aprovecho para decir que me dejo algo que es casi lo más importante que tengo, la pasión por el cante jondo y al amor a las palabras. A juntar palabras y contar historias. Él era uno de esos poetas de provincias que cuando se encontraba inspirado creaba y recitaba cantando alguno de sus poemas.
Siento un hondo pesar y tristeza por no haber recogido por escrito todas sus obras completas, cientos de poemas en forma de coplas para ser cantadas por el Cuartillo en su bendita tierra zarceña.
Y es que últimamente los tiempos andan revueltos, con excesos de calores y fríos, vientos excesivos y tremendos aguaceros y yo creo que todo esto de alguna manera influye en alguna que otra alocada cabeza, desatando las más bajas pasiones, tal y como ocurrió en tiempos pasados en esa España negra que nos contaban nuestras abuelas.
Deseo que las aguas vuelvan a su cauce, que solamente tengamos que hablar de cosas agradables
Ahora que el próximo día veintiuno de marzo llega la primavera, hace un año del nacimiento de mi primera nieta y es el día de la poesía, deberé escribir un canto u oda a la alegría, no sé si será en prosa o unos versos en forma de poesía.
En mi repertorio de prosas y versos aúno equilibradas dosis de desencanto, cachondeo e ironía y soy capaz de extraer, de entre la paja de la rutina diaria, la preciada aguja de la singularidad.
Con más o menos rima van saliendo las cuartetas, unas asonantes y otras consonantes para que el poema salga para adelante, unas veces de realidades y otras de sueños son las letras de estos versos que escribo con más o menos acierto.
En unas páginas en blanco, día a día escribo en mi diario de lo divino y de lo humano, hasta algún día poder terminar de llenarlo, con anécdotas y vivencias diarias, unas de llanto y otras de risa y así transcurre mi vida entre penas y alegrías.
Como podemos tener tan mala pipa siendo la vida tan corta, unos a otros nos ponemos zancadillas, hasta el extremo de que cuando uno cae el resto nos partimos de risa. Así que sonríe y piensa y siempre ten la plena certeza que aquel que se cree el más listo es el que más veces tropieza, aunque no te lo creas y si no que venga Dios y lo vea.
Un frio polar hace en la calle y un fuerte aire corre, a lo lejos negros nubarrones como presagiando algún desastre y eso que es diecinueve de marzo, festividad del día del padre, pero contra las fuerzas de la naturaleza y como contra las neuras no hay quien pueda.
Los nervios a flor de piel y los ojos inyectados en sangre, como esto no se ponga remedio aquí no hay quien pare y así no hay quien viva, con la que se avecina.
Será por habernos metido de obras y el dinero no nos sobra, estamos exaltados y nerviosos con tantos gastos imprevistos, de tantos números y cuentas echar la cabeza me va a estallar, ni el aparejador ni el arquitecto son capaces a este problema poner remedio y yo paso las noches en vela soñando con ladrillos, cemento y tejas.
Después de estar trabajando duramente toda la vida, a la vejez me veo lleno de escombros y ceniza, el sueño de una parcela con una casita en el campo y el conseguirlo va a ser con duelos y quebrantos.

Quisiera ser como ese canario flauta
que con alegres trinos sus males espanta,
volar libremente surcando el cielo
por esos campos llenos de agua, en terreno extremeño.

Que dura debe ser la convivencia en pareja, cuando se acaba la pasión y dañada por la rutina, sin recordar la pasión del amor en llamas y el contigo para siempre pan y cebolla, como un canto al amor eterno, tan cinematográfico como utópico.
Suena como una oda a todos ésos hombre y esas mujeres que alivian la sed en los encuentros sexuales, sin ligazón emocional, sin amor, por el más puro placer carnal.
Quisiera hacer de la irreverencia mi estandarte y de la provocación un arte, y con un tono imperante suave y nostálgico decirles a mis enemigos que hay Cuartillo para largo.

Mis escritos contienen versos sueltos
algunos brillantes,
otros buenos
y unos pocos cubren el expediente.

A mis cincuenta y quince abriles a todos los que desean que la pata estire, les digo que seguiré incordiando a los biempensantes todo cuanto me sea posible.

No estaría mal llorarle a un catafalco
y cantarle una saeta, pero……
los funerales para los muertos
y las saetas pa´l cachorro.

Si doy un beso en la boca a un amigo la gente se escandaliza y lo propaga por todo el mundo, en lugar de pregonar los maravillosos versos que he compuesto en estos años.
Cada uno haga lo que quiera con su polla y con su coño, lo verdaderamente obsceno es la sangre y la injusticia, la guerra y la estupidez humana.
En lo tocante a drogas me hubiera gustado probar algún porro y hasta alguna raya de coca, como una sensación nueva y a modo de experimento.

A mis sesenta y cinco tacos
lejos de estar sosegado, por el paso del tiempo
me muestro más cabreado y descontento,
y mis versos evidencian un ser amargado y escéptico.

Es porque me publicaron unos versos maltratados que no eran los que yo había escrito, tan llenos de erratas que el sentido cambiaba.
Me gustaría dar un recital en la plaza de toros de Zarza realizando una memorable faena literaria, y salir por la puerta grande cortando las orejas y que la prensa se haga eco de ésta proeza.
A punto de cumplir los sesenta y cinco miro atrás y veo de mi vida tantos episodios, como si le hubiesen sucedido a otro y es que todo pasa tan deprisa.
Me gustaría escribir las mejores letras hasta este momento, que todas sean redondas, que nada les falte ni le sobre, que no haya ningún verso de relleno.
Mi libro me gustaría el dos de abril terminarlo que es el día de mi cumpleaños, debo darme prisa de escribirlo y debo ir pensando en el título.

A mis cincuenta y quince
y siempre rodeado de mujeres,
de discos y canciones
de buenos amigos y obsesiones.

Escribir este libro me está costando lo suyo, porque yo tengo mis licencias poéticas particulares, como el de rimar singulares con plurales.
El rectificar parte de todo esto está siendo un trabajo muy jodido y muy duro, no es un libro de poesía, sino de versos, aunque para sonetos los de Quevedo.
Sus sonetos son muy satíricos un poco así son los míos, para querer a mis amigos, para vengarme de algún olvido o para corregir algún entuerto.
Gil de Biedma tenía la teoría que el verbo hecho tango es la poesía, y si que algunos de los sonetos que he compuesto con la materia corrosiva del sarcasmo puede que haya más malos que buenos.
Sobre todo los más circunstanciales los de bautizos, bodas y banquetes, sin olvidar los de las comuniones que son como un perfecto pretexto para rellenar un libro de versos y ahora voy yo y me cago en todos ellos.
Una vez que estuve un poquito neurótico fui a la consulta de un psicólogo que me recetó un porrón de antidepresivos, lo que a todo el mundo, y me quedaban dormido.
Tenía delante de mí una ardua tarea luchar duro conmigo mismo para volver a ser quien era un aspirante a escribidor aplicado y decidido.
Presento batalla a la vida echándome para adelante sin nada que ocultar, con todo por delante y nada por detrás.
Empiezo a subir las persianas, abro de par en par las ventanas y vuelvo a saludar a la vida con la mejor de mis sonrisas.
Quiero volver a sentir la caricia del sol en el rostro, congraciarme con el mundo, volver a ver un sentido a la vida que a veces es noble y buena.
Me gustaría ser un Cuartillo peleón de este libro en el día de su presentación, aunque aún veo muy lejano el momento que llegue a realizar este evento.
Como si de una fiesta fuese a recitar el pregón tendré que encaramarme en un balcón, aunque si va a ser en la biblioteca pública creo no necesitaré ningún tipo de ayuda.
Sería uno de mis grandes aciertos entusiasmaros con las letras de mis versos, la sinceridad que transmiten todas mis letras sin trampas al contar mis amargas historias.
Algunos por adularme me llaman poeta pasándome la mano por el hombro al leer alguno de mis versos, pero yo nunca quise pretender que tengo de poeta la gracia que no quiso darme el cielo.
Me gustaría que mi prosa literaria apareciese en una revista de gran tirada, donde hay hermosas tetas en la portada, de Intervíu hablaba, aunque esto ya es agua pasada.
A quien quiera venir conmigo le cambio versos por penas, en un hermoso rincón de la Vera dice la letra del estribillo, lo mejor con diferencia.
¿ Por qué nos gusta tanto Cuartillo? Me preguntan y yo les contesto en este tipo de preguntas con lo que se me pone cara de gilipollas y no sé qué contestar a esto, pero sigo componiendo versos.
Me gustan las canciones de Sabina, de Leonard Cohen y de Bob Dylan, pero más que escuchar sus discos me encanta acudir a sus conciertos en directo.
En mis poemas trato de buscar la excelencia siempre, si no lo logro, lo intento de un modo más fuerte con mayores bríos, más afanosamente intentando complacer a mis lectores.
Pero esto encierra una trampa pues si logro la consecución de la obra maestra, de su alargada sombra ¿cómo me zafaré luego de ella?.
Unas buscan matrimonio acortándose la falda nueva, otras quieren un buen polvo desprendiéndose del tanga. Yo creo que de este modo puede que me vuelva loco, sabiendo templar la guitarra quizás consiga llevarlas a la cama y con suerte y un poco de tino ojalá llegue a tocar el cielo.
Quisiera que la letra de mis versos al terminar de escribir mi libro llegase a ser incendiario y divertido, pero sobre todo muy didáctico.
Por una calle a mi nombre en Villanueva hasta madrugar merece la pena, y es aquí donde resido en este bello rincón del paraíso.
En un momento del recital poético, emocionado me paro en seco contemplando en silencio al público y pienso muy ilusionado “si lo supieran en mi pueblo “.
Y entre recital poético y recital poético quisiera mostrar mi agradecimiento, me siento abrumado y nervioso aunque muy orgulloso de estar con todos vosotros.
Las prosas y versos que escribo como dicen algunos críticos no son tan malos, ni son tan buenos, son sencillamente sentimientos íntimos.
Os pido que seáis un poco más franceses, un poco más clementes, un poco más generosos y no lo neguéis, como Sabina, todo.
Quisiera ser un buen poeta, un gran testigo de mi tiempo y un gran cuentista en el mejor sentido del término.
Quisiera manifestar a todos mis lectores que muchas de las ideas y componentes de lo que aquí digo y escribo, son directamente consecuencia de haber leído el libro Perdonen la tristeza que Javier Méndez escribe de Joaquín Sabina y por eso me despido de ustedes en la calle melancolía.

Perdonen la osadía
de querer equiparar estas letras
con las que escribe, recita y canta
el incombustible genio de Sabina.


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