viernes, 4 de marzo de 2016

Cuando escucho flamenco


Cuando escucho flamenco

afloran mis hondos sentimientos,

es como fuego y veneno

que salen de mis adentros.

 

La carne se me pone de gallina

de mi piel se eriza el bello,

hasta me salen unas lagrimitas

de emoción y contento.

 

Cuando escucho flamenco

cante puro y del bueno,

se me nubla la razón

y se acelera mi corazón.

 

Explicarlo quisiera

pero en ocasiones no puedo,

en la garganta se me pone un nudo

que no me deja articular palabra.

 

Cuando escucho flamenco

cante jondo y gitano,

los pies se levantan del suelo

para marcar un zapateao.

 

Es una emoción tan grande

que me alegra las mañanas y tardes,

hace desaparecer los nublados

y los días son más soleados.

 

Cuando escucho flamenco

a raudales corre la alegría,

toco las palmas al compás

al oir esos fandangos alameros.
 
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Translate