sábado, 16 de agosto de 2014

La falta de sueño: Un seguro enfermo

      
No sé lo que me puede estar pasando
me ha desaparecido el sueño hace un tiempo,
a la hora de siesta, me concentro y no duermo
por las noches tengo los ojos más abiertos que un sereno.

Por las noches tomo hierbas y tisanas
alguna que otra droga que me tienen recetada,
pero no hago nada más que meterme en la cama
y por arte de encantamiento el sueño se va por la ventana.

Que desesperación, rabia y cabreo
aprovecho para ir al aseo y meo,
como a pesar de todo ello no duermo
cojo pluma, papel y tintero
marcho al salón de casa a escribir unos versos.

Aunque no sé si será el mejor momento
pero a mí me sirve de entretenimiento,
intentando conseguir los favores de Morfeo
al que ni le tengo odio, pero tampoco aprecio
ojalá que llegue pronto, ese es mi mayor deseo.

Será cosa de la edad, del jubileo
puede ser verdad, pero yo no me lo creo
me estará pasando como a los niños pequeños,
que cuando no se duermen a su tiempo
le cambian la hora del baño y hasta las reglas del juego.

La falta de sueño
a mí un poquito loco me está volviendo
no dormir ni de noche ni de día,
solo mirar el reloj como pasan las horas
bostezando y una cara llena de ojeras
por las mañanas verme en el espejo me preocupa de veras.

Estaré cogiendo malos hábitos
me estaré volviendo trastocho y viejo,
pero si yo aún encima no me meo
pero algo me debe estar ocurriendo
y quiero acabar cuanto antes con esto.

Porque compruebo que no es un hábito pasajero
pues ya le he visto el plumero,
tampoco es que tenga un exceso de problemas
hasta tal punto que me quitara el sueño las penas,
deberé hacerme un chequeo y una analítica completa
o irme de vacaciones durante una larga temporada
que me relaje y desaparezcan todas estás bobadas.

( Adrián Sánchez Blázquez )










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