lunes, 18 de agosto de 2014

El más grande poeta de Zarza

Redoblen tambores y repiquen campanas
por la muerte del más grande poeta
que hubo en Zarza y toda su comarca,
para que sea más grande la pena
murió lejos de su casa.

De esta bendita tierra
de la que el tanto se jactaba y amaba,
a la que dedico toda su vida
trabajando honradamente en cuerpo y alma
para que al final le quedase una miserable paga.

Pero su esposa bien la administraba
haciendo los cálculos, la estiraba y estiraba
para que no faltase de nada en casa,
ya que como ella no cotizaba
al llegar la edad reglamentaria no tenia paga.

El siempre contento y risueño
le cantaba canciones y le escribía versos
porque era la mujer de sus sueños,
llevaban felizmente casados sesenta y dos años
y se nos fue en un pis pas, en un momento.

Sin darnos tiempo a prepararnos
un veintinueve de mayo se quedó sin aliento,
y los demás nos quedamos sin resuello
ya que no lo esperábamos
hasta última hora fue todo un caballero.

Que solo se queda el pueblo
tranquilo y en silencio,
sus calles y plazas
se han quedado como mudas
no son capaces de articular palabra.

Ya no tienen quien les cante
ni les alegre todas las mañanas
al compas de una guitarra,
ni tan siquiera un pasodoble
con letras que salen de lo más hondo del alma.

A tu tierra Cuarto
en éste día de primavera,
para que repose tu cuerpo
en la tierra de tus antepasados
en esta villa de Zarza.

La luna muy luminosa
pero un poquito traviesa
me hace guiños en silencio,
y el murmullo del viento
pronuncia tu nombre en secreto.

La noche tan traicionera y fría
me trae los recuerdos de tu sonrisa
y secamente el susurro de la brisa
me indica que ya no estás,  que no insista.



( Adrián Sánchez Blázquez )


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