sábado, 5 de julio de 2014

La mejor faena

                 

Por fin suenan clarines y trompetas
redobles de tambores y campanas
si Dios Quiere y no pasa nada
día ocho de julio seré operado por la mañana.

Y es que ya iba siendo hora
debo alegrarme de buena mañana
me llamaron de la Residencia Sanitaria
indicándome que ocho días la operación me adelantan.

Al principio llantos y lagrimas
de tanta emoción contenida
después besos, abrazos y risas
de no saber nada a operarme ya con tantas prisas.

Han sido muchos días de espera
muchas noches de dolor y no dormir nada a penas
deseando amaneciera y llegara el día
para levantarme de la cama y sentarme en la silla.

Y es que ha pasado mucho tiempo
desde que comenzaron estos sucesos
día uno de abril la primera intervención
después de tantos días me llega la desesperación.

Todo esto que hasta ahora ha sido cuesta arriba
sin ver de mis males la salida
ahora lo veo todo cuesta abajo
deseando verme muy pronto recuperado.

El lunes siete de julio por la tarde voy a ingresar
en una fría cama de hospital
para el martes de buena mañana
ser intervenido y empiece a recobrar la calma.

Cuento las horas que me quedan para pasar por quirófano
para que nada más operarme sentir que estoy mejorando
con unas muletas o un carrito de manos
por los pasillos del hospital ir paseando.

Y es que empezar a caminar
me está haciendo mucha falta
ya que tanto tiempo de inmovilización
está a punto de llevarme a la depresión.

Nadie valora la salud hasta que te falta
sentado en una silla de ruedas, como una jaca de Peralta
ir sorteando todos los obstáculos por las aceras
como un rejoneador en una corrida de ferias.
  
Comparo mi intervención con una corrida
que Dios reparta suerte y cornadas
que el cirujano realice una buena faena
le concedan en premio el rabo y las dos orejas.

Y es que amigos míos
después de tanto tiempo transcurrido
con tano sufrimiento y martirio
tengo que tener una chispita de humor….de humor amarillo.

Tendré varios días de rehabilitación
que mis piernas recuperen fuerzas
desde las caderas hasta la punta del talón
para que vuelvan a ser lo que eran.

Ansío tener una nueva vida
que sea similar a la que antes tenía
para que sin pausa y sin prisas
mi cara se llene de alegría.

Deseo llevar una vida normal
pasar y poder ir al campo
la salud empezar a saberla valorar
poder ir a nadar y al gimnasio.

No creo sea pedir mucho
una cosa de las más sencillas
cada vez valorar a los míos
a mi esposa y a mis hijas.

A la familia y amigos
de Facebook a todos los conocidos
sentirme conforme conmigo mismo
seguir componiendo versos, poemas y escritos.

La vida es tan agradable y bella
aunque tiene sus alegrías y penas
sabiendo encontrar paz y armonía
solo por esto merece la pena vivirla.

Quiero ver un nuevo horizonte
sin olvidar lo pasado, mirar hacia adelante
tengo mucho que ganar, nada que perder
aún me queda en ésta vida muchas cosas por hacer.

 ( Adrián Sánchez Blázquez )







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