En Malpartida de Cáceres
existe un bello paraje
digno de mención para
visitarle
para con sus vistas
recrearse.
Es el lugar conocido por Los
Barruecos
en el que en muchas ocasiones
me pierdo
unos días dando un largo
paseo
otros cogiendo espárragos.
Es un lugar maravilloso
naturaleza salvaje, grandes
espacios
donde águilas, conejos,
lagartos y zorros
campean libremente a su
antojo.
Llenas de agua están sus
charcas y regatos
repletas de garzas, garcillas,
somormujos y patos
nutrias, galápagos, tencas y
barbos
para disfrute de pescadores,
en sus ratos de ocio.
En sus altos canchos y
escarpados riscos
desde hace muchos años en
éste paraíso
las cigüeñas han construido
sus nidos
donde crían anualmente a los
cigoñinos.
Desde el mes de febrero hasta
finales de mayo
debemos procurar pasear en
silencio
pues los pollos se están
criando
y a sus padres no debemos
espantarlos.
En sus abrigos rocosos
pinturas rupestres dan
testimonio
de ancestros pobladores hay
un asentamiento
con una antigüedad de hace
más de 5.000 años.
A éste Monumento Natural y a
su espectacular paisaje
a su flora, fauna y a toda su
tierra
le dedico las letras de este
poema
como un rendido sentimiento
de homenaje.
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